A pesar de que el guión fue concebido por James Cameron hace más de una década, y planeado a estrenarse poco después del exitaso Titanic, Avatar llegó a los cines a fines del 2009, y sin embargo el mensaje dado es muy acorde a nuestros tiempos.
Pero primero la trama: esta se desarrolla en el planeta Pandora, en donde un grupo de humanos ha arribado con el propósito de extraer un mineral de alto valor. Con la peligrosa flora y fauna del planeta conviven los Na'vi, una raza de alienígenas humanoides azules. El propósito del proyecto Avatar es introducir un humano dentro de la tribu Na'vi y hacer que abandonen de manera pacífica el sitio de su tribu, ya que bajo ella descansa una inmensa mina de aquel mineral.
Bien, sobra decir que los efectos especiales son espectaculares e innovadores, ya que eso se denota desde el trailer: la construcción de Pandora y todos sus componentes, incluidas los grandes aviones, helicópteros y robots del ejército de los humanos, los nativos Na'vi y los efectos de destrucción fueron visualmente impactantes en todos los sentidos, mas el desarrollo es extremadamente predecible para cualquiera que haya visto un poco de cine gringo (sin mencionar que la película es bastante larga); no diré cuales fueron esos aspectos, tengo fe en que un observador mínimamente atento podrá predecir el desenlace de Avatar con mucho éxito.
Pero a pesar de todo, el mensaje de Cameron es terriblemente claro con esta película. Permítanme hacer una cita: 'mira en sus recuerdos, tú sabes como es el lugar de donde vivimos, allí no hay verde, ellos mataron a la Tierra, y están intentando hacer lo mismo aquí'. No necesito decir más.
A lo largo de la prolongada duración de este elaborado filme, Cameron trata de hacernos tomar conciencia de lo que estamos haciendo con el planeta y el delicado equilibrio que prima en él, nos reprocha duramente por la influencia negativa que estamos ejerciendo sobre la vida en la Tierra y el inmenso y descarado egoísmo que aparece cuando se puede ejercer la supremacía.
En resumen, Avatar es un buen filme de acción que da un mensaje conciso y muy directo muy acorde con nuestros tormentosos tiempos de avaricia e incertidumbre acerca del calentamiento global, la contaminación y un calendario maya que exhala sus últimos suspiros.
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